Economía

TLC con Panamá: Tráfico Libre de Criminales

Por Cristanshow

Panamá y Colombia reanudarán en las próximas semanas las negociaciones para concretar el Tratado de Libre Comercio entre estos dos países, proceso que no ha avanzado desde el año 2010. Curiosamente se suspendió al mismo tiempo que la señora María del Pilar Hurtado llegó al vecino y paradisíaco país, que alguna vez fue entregado por unos cuantos pesos.

Según el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergió Díaz-Granados, la idea ahora es darle impulso a este proceso con el fin de avanzar en la agenda comercial y así cumplir el objetivo de dejar listos 13 acuerdos con 50 países, al cierre del 2014.

La exdirectora de la prestigiosa agencia de inteligencia que, por cierto, liquidaron aceleradamente hace ya unos meses, se pasea desde entonces por las calles de Ciudad de Panamá orondamente y suele acudir a fiestas disfrazada de unas peculiares maneras. Por ejemplo, de coneja, ya que Hugh Hefner, el octogenario magnate del imperio “Playboy”, ha estado por ese país buscando nuevas conejitas latinas para su revista. Al parecer, a ella se le ha visto acudiendo puntualmente a todas las convocatorias programadas por la revista.

Nada de raro tiene que lo haga, pues ella está en su libre derecho de presentar las pruebas  respectivas para “Playboy” y es claro que es una mujer que todos quisieran ver en paños menores en la portada de tan afamada publicación. El problema realmente surge cuando se retoman las declaraciones de la saliente fiscal general de la Nación, Viviane Morales, acusándola formalmente dentro del expediente del escándalo del DAS, por los delitos de concierto para delinquir agravado, violación ilícita de comunicaciones, abuso de función pública, peculado por apropiación y falsedad ideológica en documento público, en razón del espionaje continuado de la policía secreta a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

Hace más de un mes, tras un pedido formal de la Cancillería para que la señora Hurtado sea extraditada y responda por los delitos que se le imputan, el gobierno panameño negó la petición y refrendó su argumento de la persecución política que sufre la implicada. Lo anterior es suficiente para seguir dándole el trato de asilada política, con lo cual la Interpol no puede capturarla así la justicia colombiana lo exija. Respetable decisión de la hermana República, más cuando su presidente es un amigo personal del anterior presidente colombiano y que está convencido fervientemente de la persecución que sufren todos los padres de la patria miembros del anterior gobierno y que, hoy, una decena de ellos es acusada en más de cinco escándalos diferentes por la justicia colombiana.

La idea de este TLC toma fuerza con el caso particular de la señora Hurtado, puesto que Panamá se convierte ahora en el destino más adecuado para todos los héroes acusados falsamente y que son perseguidos por la justicia con una desbocada sed de revancha contra los impolutos funcionarios del gobierno anterior. Tal vez los complots que ha armado esta justicia para enlodarlos no son tan perfectos como los que se ha dicho hicieron ellos para concretar todos sus planes en pro de refundar la patria.

Entonces, la firma del tratado será la mejor decisión para enviar a los acusados a Panamá sin cobrarles el menor arancel y en aras de que la persecución política que sufren se termine y puedan vivir en paz viendo pasar los barcos por el canal mientras toman café colombiano. Tal vez terminen llegando tantos alfiles del gobierno anterior que incluso todos juntos puedan llevar a cabo los tradicionales consejos comunitarios de cada sábado. Seguro que algún canal panameño querrá transmitirlos y ocupar su programación con nueve horas continuas de debates que tendrán como propósito solucionar los problemas que no se alcanzaron a arreglar en ocho años. Por todo esto y lo que está por venir: ¡larga vida a los TLC!